Presentan libro con nuevos hallazgos sobre Niño Inca del cerro El Plomo
La recopilación de 25 artículos científicos, sobre uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes a nivel mundial, es posible gracias a la alianza de la Corporación Cultural de Lo Barnechea con el Museo Nacional de Historia Natural y Ediciones UC.
Niño del cerro El Plomo. A 70 años de su hallazgo es el nombre del libro presentado por la Corporación Cultural de Lo Barnechea, el Museo Nacional de Historia Natural y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Compuesto por 25 artículos científicos y recopilaciones históricas, que abordan desde nuevos descubrimientos -gracias a los avances tecnológicos actuales-, hasta imágenes inéditas del Niño. Tanto el trabajo de los equipos técnicos, como la preservación natural y artificial del cuerpo de este niño inca de más de 500 años permiten que, después de siete décadas, aún se pueda obtener información fundamental para el estudio arqueológico, científico, patrimonial e histórico.
El pasado 26 de mayo, las tres instituciones colaboradoras de esta alianza presentaron oficialmente el libro, en un panel de conversación conformado por el ex subsecretario de Patrimonio Cultural y actual director de Patrimonio Cultural UC, Emilio de la Cerda; el autor del libro y director del Museo Nacional de Historia Natural, Mario Castro; la directora ejecutiva de la Corporación Cultural de Lo Barnechea, Alejandra Valdés; y el jefe de programa del diplomado en producción ejecutiva audiovisual UC y coproductor del documental Guardián de Los Andes, Fernando Acuña, quien asesoró al equipo a cargo del libro.
El además doctor en antropología biológica, Mario Castro, es el compilador principal de esta publicación, acompañando, en este rol, la historia científica del Niño del cerro El Plomo desde la perspectiva institucional, técnica y humana. “Es un tesoro de relevancia mundial e histórica (…) un gran tesoro biológico porque nos permite tener una ventana hacia nuestro pasado como humanidad. Y son pocas las oportunidades como esta, porque los cuerpos congelados no son la norma”. Según explica, el cuerpo se preservó por un proceso de liofilización natural debido a las condiciones ambientales en la alta montaña, lo que “le da una relevancia biológica tremenda, sobre todo para lo que podemos conocer de nuestras poblaciones ancestrales”.
Castro hace un especial énfasis en el registro fotográfico del libro, relatando que tiene “muchas fotos inéditas. Incluso imágenes de cuando recién fue descubierto, en blanco y negro, tomadas con películas de alta calidad que han podido ser bien conservadas. Se hizo un trabajo arduo de pesquisa y recuperación de imágenes, lo que nos permite documentar el proceso de este hallazgo”.
“Gracias a esta alianza pudimos retomar y concretar este proyecto, la compilación de los estudios y todo el conocimiento nuevo que el avance científico y tecnológico nos permite obtener”, relata el director y agrega que el libro busca “ser un homenaje, primero, al Niño del cerro El Plomo, y segundo, a todos los investigadores, que durante 70 años han trabajado por descubrir su historia y la de nuestras poblaciones ancestrales”.
Alejandra Valdés, directora Ejecutiva de la Corporación Cultural de Lo Barnechea, enfatiza “la relevancia de considerar el patrimonio natural al momento de realizar estos estudios. Nos interesa relevar y proteger el patrimonio natural de Lo Barnechea, donde ocurrió este importante hallazgo, por lo cual hemos buscado estas alianzas que permitan contar con los mejores equipos y tecnología al momento de avanzar. La comuna está trabajando por devolver la sacralidad a nuestras montañas, y la civilización inca es una guía y ejemplo de ello”.
Tres actores por la conservación arqueológica
La edición del libro Niño del Cerro El Plomo. A 70 años de su hallazgo es resultado de la colaboración entre la Corporación Cultural de Lo Barnechea, la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de Ediciones UC, y el Museo Nacional de Historia Natural. Esta alianza reunió estudios especializados, capacidades editoriales y gestión administrativa para dar forma a esta publicación, que contiene toda la investigación científica reciente sobre uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos cien años.
María Angélica Zegers, directora de Ediciones UC, tuvo una labor clave en la alianza y coordinación que permitió el trabajo conjunto para esta obra. “nos enorgullece el trabajo colaborativo que se ha realizado para presentar este libro, una obra que rescata nuestro legado andino. Gracias a esta alianza, celebramos no solo un lanzamiento editorial, sino un compromiso renovado con la conservación y la difusión del patrimonio cultural y natural de la región”, asegura.
Alejandra Valdés también releva que “esta alianza es la artífice de tremendos avances en la investigación científica, arqueológica, patrimonial e histórica y Lo Barnechea, donde se encuentra el cerro El Plomo, tiene una responsabilidad especial de cuidar y promover este patrimonio. Junto al alcalde Alessandri tenemos la misión de elevar a nuestra comuna en todo su potencial, lo que significa avances en todas las áreas, incluyendo la preservación del patrimonio cultural, natural y sagrado, como lo es este hallazgo. La calidad y experiencia de los equipos que se formaron, fueron determinantes para articular las investigaciones de esta publicación, asegurando que los restos bioantropológicos estén resguardados y puedan proporcionar la rica información que cargan”.
Quién era, por qué vino y cómo fue el viaje del Niño del cerro El Plomo
Los estudios contenidos en este libro permiten obtener una comprensión profunda y multidisciplinaria del Niño del cerro El Plomo, revelando detalles sobre su vida, su muerte y el contexto cultural en el que fue sacrificado.
A sus ocho años fue elegido para participar en uno de los rituales sagrados de la cultura inca: la Capacocha. En dicha cosmovisión, los niños eran considerados seres puros y especiales. Su elección era un gran honor y una responsabilidad, ya que se creía que, al ser ofrendados a los dioses, se convertirían en intermediarios entre el mundo terrenal (Kay Pacha) y el mundo superior (Hanan Pacha).
La Capacocha era un ritual destinado a honrar a las deidades y a mantener la armonía cósmica, pero también servía para consolidar el poder del Imperio Inca. El cerro El Plomo, con sus 5.430 metros de altura, era un lugar de poder y significado espiritual, un puente entre el cielo y la tierra.
Se estima que el Niño del cerro El Plomo recorrió, durante ocho meses, alrededor de 2.000 kilómetros desde Cuzco hasta la actual comuna de Lo Barnechea. Este viaje era una procesión ritual, donde el niño era acompañado por sacerdotes y otros miembros de la élite inca. Durante el viaje, iba vestido con finos textiles, adornado con joyas y se le suministraba chicha y hojas de coca, para mitigar el cansancio e inducir un estado de trance.
Según esta publicación, su muerte fue producto de un traumatismo craneal, lo que sugiere que recibió un golpe en la cabeza como parte del ritual. Su cuerpo fue cuidadosamente colocado en una tumba excavada en el suelo rocoso, junto con ofrendas de gran valor, como estatuillas de oro y plata, textiles finos y otros objetos personales. El frío extremo y la sequedad de la alta montaña permitieron que su cuerpo se conservara de manera natural, resistiendo el paso del tiempo, hasta nuestros días.
El libro, en esta primera edición, será distribuido a colegios de Lo Barnechea, universidades y está disponible en la biblioteca del Museo Nacional de Historia Natural, en bibliotecas de la Universidad Católica y en el Centro Lector de Lo Barnechea.